Amaos los unos a los otros

Leyendo el título de este artículo pudieran pensar que se enfrentarán a un debate relacionado con la teología, pero no será así. Creo haber escrito antes algo sobre las diferencias entre profesionales de la computación y la semejanza que tienen sus discusiones con las que sostienen los creyentes con los no creyentes en Dios.

No repetiré lo que ya dije una vez, esta vez me desenvolveré en la rama de mi profesión solamente. Cada día salen nuevas tecnologías y por lo general lo que hacen es dividir a la comunidad en dos bandos, el que la acepta y el que no la acepta; este proceso se repite muchas veces dentro de cada bando y así sucesivamente.

La delgada línea entre reescribir y reutilizar código

Hay veces que no nos damos cuenta de la existencia de delgadas líneas que existen entre cosas. Por otra parte, no sé por qué tenemos esa desconfianza en lo que otro hace. La reticencia al cambio es algo siempre presente en toda persona y es un mal muy difícil de arraigar, hay que ser un experto para lograr que se entiendan los cambios.

Serán por estas razones por las que nosotros los profesionales de la computación cada vez que tenemos que desarrollar una aplicación pensamos seriamente codificarla desde cero, incluso a veces lo hacemos. De nada vale que nos hayamos leído cientos de artículos que resalten la importancia de hacer código reusable para utilizarlo posteriormente. En el mejor de los casos utilizamos componentes desarrollados por nosotros mismos en otro momento, pero rechazamos todo en lo que no hayamos puesto nuestras manos.

El futuro del Ensamblador

Si difícil fue en su tiempo programar en lenguaje de máquina, difícil fue también hacerlo en ensamblador, aunque todavía haya personas que no lo quieran reconocer. El lenguaje ensamblador constituyó un paso de adelanto indudable sobre su predecesor, pero no estaba extinto de problemas.

Poco a poco fue tomando auge, pero a la vez fueron surgiendo nuevos lenguajes que se le superponían y a la vez acomodaban al programador. Esto no es más que parte de la lógica de la evolución de la programación. A medida que estos nuevos lenguajes iban tomando auge, a la vez otros nuevos se desarrollaban y así sucesivamente. Hoy por hoy hay muchos profesionales que insisten en que los proyectos desarrollados en ensamblador son mejores que los que son desarrollados en lenguajes de alto nivel (Object Pascal, Java, C#, etc.) pues consumen menos espacio en disco, memoria cuando están ejecutándose y son extremadamente veloces. En cierta manera no es menos cierto lo que plantean, pero hay elementos que no tienen en cuenta. Con los estándares de desarrollo profesional de software del momento estos argumentos pierden importancia frente a otros como son (sobre todas las cosas) el tiempo de respuesta y completitud de los proyectos.

Fanatismos

Hay que ver que el ser humano, en su vano afán de querer tener siempre la razón, hace cosas increíbles. Una de ellas es aquella manía de empecinarse con algo (dígase objetos, conceptos, teorías, personas, etc.) que le hemos llamado fanatismo.

¿Alguien podrá decir que no es fanático a nada? Creo que no, pues ¿quién no se obsesionó con su primer amor? Existen varios tipos de fanatismos, el que se profesa por los objetos materiales, la religión, los equipos deportivos, etc. Pero no es de esos tipos de fanatismo a los que quiero referirme, sino a un tipo especial y que nos toca muy de cerca a todos los que de alguna manera desarrollamos nuestras vidas vinculadas a la computación, me refiero al fanatismo tecnológico. Sin dejar de asemejarse con otros fanatismos (al menos en sus esencias fundamentales), este es un poquito particular. Se puede ver aplicado en cualquier rama de la computación: filosofías, hardware, software, metodologías, sistemas operativos, servicios, servidores, etc. El más clásico y que ha tomado mucho auge en los últimos tiempos es aquel aplicado al software libre y al software propietario.

Herramientas para los blogs

No hay duda que la web revolucionó el mundo de la información a disposición de todos sus usuarios, pero por sus propias características tiene un gran inconveniente: sigue siendo el usuario el responsable de visitar expresamente los sitios de los que quiere nutrirse.

Cuando se visitan dos o tres sitios o se hace con poca frecuencia esto no interesa mucho, sin embargo, cuando se requiere informarse apenas se publique la información esto se convierte en un problema.