La experiencia nos ha mostrado que la creación de un sitio web debe partir de una planeación, seguido por una construcción del sitio y posteriormente ejecutar un proceso de medición para garantizar que los resultados se cumplan. Sin embargo, en la práctica, tal vez por parecer muy fácil su construcción, o por la poca disponibilidad de tiempo se arranca por la construcción, obviando la planeación e impidiendo la medición.

La tecnología de Internet y en especial la tecnología web hace muy fácil la publicación de una aplicación, por lo que la planeación nos parece trivial. Tal vez esto sea válido para un sitio personal, pero cuando se trata de respaldar las estrategias del negocio, y en ocasiones el sitio web ES la estrategia competitiva mas importante, no se puede construir sin planear.

La planeación cubre aspectos fundamentales del sitio como la funcionalidad que se quiere manejar para los diferentes públicos que accederán al portal. Hay una funcionalidad especificada en el qué, y otra que debe cubrir el cómo (la técnica). En otras palabras, se debe estipular lo que podrá hacer un usuario en el portal, y también como se implementará desde el punto de vista técnico para que se pueda realizar. Esta funcionalidad se desprende entonces en unos documentos que especifican la construcción de software que se requiere, y el diseño de la parte gráfica del sitio.

También se debe desprender de la planeación la estrategia para garantizar que el portal llegará como queremos que llegue a los diferentes públicos objetivo. Si es para nuestros proveedores, por ejemplo, bastará con hacer una campaña de expectativa a través de una comunicación física, y luego implementar un procedimiento que obligue a la utilización del portal para efectuar las transacciones.

Si el portal es para el público en general, como puede aplicar para una tienda virtual, se requiere establecer una campaña de mercadeo que permita llegar por los medios tradicionales a todo el público objetivo, y un plan de fidelización que promueva la compra repetitiva. Ninguno de estos ejemplos que he colocado es tarea fácil, y su dificultad aumenta en la medida en que haya menos tiempo para desarrollarla.

Sin planeación, tampoco se tienen parámetros claros contra los cuales se pueda medir entonces el resultado del esfuerzo. Pero suponiendo que de alguna manera podamos censar que el resultado es menor al deseado, efectuar las tareas de planeación una vez desarrollado el portal es mucho más difícil y puede inclusive obligar a cambios en el portal y hasta un rediseño total.

Quedaba un factor por analizar, y es el de la generación de contenido para el portal. Es imperante que haya una estrategia al interior de la empresa para garantizar que el contenido del mismo es acorde con las necesidades de los públicos. Si tenemos un catálogo de productos, se deberá actualizar los precios, agregar y eliminar productos, y demás funciones requeridas. Si se van a efectuar pagos, habrá que conciliar las cuentas y tener como proveer al cliente consulta sobre el estado de su pedido. Si es un sitio de contenido, habrá que manejar la imagen y el texto en forma ágil y oportuna.

Estas actividades no se prevén en la construcción. Simplemente se construye y se coloca al aire, para ver que, al cabo del tiempo, y sin importar el monto de la inversión, el sitio no tuvo ningún impacto positivo y, por el contrario, podría afectar negativamente a la empresa.